Errores a evitar en la web de tu despacho

¿Sabes cuál es el principal objetivo de tu web?

Tener una web, no es tener una tarjeta de presentación y a la que solo se llega si se conoce la dirección. Error este, ampliamente extendido, aleja mucho a esta del objetivo que debe alcanzar esta potente herramienta de marketing.

Tu web no es un escaparate, es la puerta de entrada de nuevos clientes por ser tu principal herramienta de comunicación y de captación.

Evita los siguientes errores para que tu web funcione.

Que no se encuentre.

De poco nos servirá una web si únicamente llegan a ella los clientes, amigos, familiares y conocidos que, tarjeta en mano, teclean en la barra de cualquier buscador nuestra dirección; ¿Cómo va a localizarnos un potencial cliente?

Que no tenga contenido,

Si únicamente tiene un listado de servicios, un teléfono de contacto, la dirección, un e-mail y poco más, salvo decir que somos los mejores en todo; ¿qué valor aporta esto a un potencial cliente?. ¿Es así cómo vamos a convencerle?

Abusar de tecnologías multimedia.

Los efectos visuales son muy bonitos, pero tardan mucho en cargar y los visitantes de una web hoy en día tiene muy poca paciencia. A no ser que tenga mucho interés en nuestro despacho (porque alguien se lo haya recomendado) lo más probable es que no espere el tiempo que tarda en cargarse completamente la página y se vaya antes de entrar en ella.

Que no aporte valor.

Si quieres que los potenciales clientes se queden en tu web, y que los que ya te conocen vuelvan a ella de forma habitual (para algo más que recordar nuestro teléfono) tendrás que procurar que el contenido sea atractivo, de calidad, útil y actual.

Publicar una única página para indicar todo lo que haces.

Es mucho mejor crear una página para cada una de tus especialidades o servicio y dotar a cada una de ellas de contenido relevante.

Poner mucho texto.

Poner textos muy largos sin prácticamente ningún tipo de formato, con una redacción espesa y demasiado técnica para una persona no formada en derecho, aburre, distrae del objetivo a perseguir y echa al lector de la web.

Hay que tener en cuenta que en Internet se lee deprisa y casi en diagonal, es recomendable usar negritas, subrayados, párrafos cortos, frases sencillas y directas.

Aspecto descuidado.

Una imagen descuidada, con enlaces rotos, páginas en construcción, artículos que no se encuentran... no invitan mas que a abandonar la web y da una muy mala imagen del despacho.

No adaptada a los potenciales clientes.

No publiques únicamente el contenido que a ti te gusta. Corres el riesgo de que no llegues a tus potenciales clientes.

Debes ponerte en su lugar y pensar que les gustaría encontrar en tu web y que necesitan ver, cuando acuden a ella buscando información para resolver sus problemas, y cómo les sería más fácil verla.

Una web bien diseñada da los resultados que de ella se espera; capta y fideliza clientes.

Si tú, como profesional del derecho entiendes que estás especializado en asesorar a tus clientes en sus necesidades jurídicas , también entenderás que tu trabajo no es diseñar tu WEB. En otras palabras, el gran error en el que incurren muchos de los despachos es el de convertirse en autodidactas tecnológicos.

Si te equivocas en esto el retorno que obtendrás por tu esfuerzo con suerte será bajo, y con mucha seguridad negativo.

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