Historias de Marketing (I) Persistencia.

El marketing para despachos de abogados y economistas no es fácil. Lo sé por propia experiencia, pues hago tanto el de mis clientes como el de mi propio despacho.

Dicho esto, después de llevar muchos años en este mercado, decidí hace meses escribir una serie de "historias" relacionadas con mis vivencias en el mundo del marketing basadas tanto en mis experiencias como en las de mis clientes. Opté por este formato, pues las historias son un mejor medio de comunicación que los artículos puramente técnicos para acercarme más a los sentimientos de los lectores.

Estas historias se alejan mucho de los aspectos teóricos y prácticos que suelo tratar en los artículos de mi blog. Ahora quiero abordar una serie de textos que traten de vivencias en las que seguramente te verás reflejado.

Como medio para mejorar la actividad de mi empresa, hace ya un tiempo decidí cerrar la web que tenía funcionando hasta aquel momento y diseñar una totalmente nueva. Con un diseño más actual, más intuitivo para "navegar" de forma más sencilla y que me sirviera sobre todo como herramienta de captación de clientes.

Tardé en ponerla en funcionamiento tal cual quería, pero el esfuerzo valió la pena. Aún hoy sigo recibiendo comentarios que son reflejo del trabajo realizado ( www.abogamark.es )

Cuando la web ya estaba publicada, por mi experiencia sabía que después tocaba hacer un importante esfuerzo para que Google posicionara la misma y la mostrara a mis potenciales clientes. Así que empecé a escribir artículos para mi blog, uno por semana y así, publicar artículos de valor que formaran mi "capital en contenidos" para Google y clientes.

Fue duro y honestamente me costó.

Escribir artículos para mi blog me gusta, pero hacerlo semanalmente me costaba, a pesar de ello conseguí hacerlo y así pude compartir contenidos a través de las redes sociales, al tiempo que trabajaba en mejorar el SEO de la web, escribía reseñas y actualizaba mi perfil en redes sociales y directorios.

Visto con la perspectiva de hoy, haber realizado aquel trabajo ciertamente pesado y algo complicado, no fue mala idea a pesar que durante 3 ó 4 meses no obtuve los resultados que buscaba.

Pasados esos meses algo comenzó a suceder. La gente estaba encontrando mi web y comencé a recibir consultas a través de ella, aunque para ser realista debo decirte que no todas terminaron en algo productivo, pero estaba consiguiendo por fin que llegaran clientes y que Google, con su complicado algoritmo me encontrara, me tuviera en cuenta y me mostrara.

Salvo que ahora público quincenalmente, he continuado en la misma línea de trabajo desde entonces y gracias a ello, varios años después, si me buscas en Google, y apuesto a que lo harás, aparezco en los primeros lugares de los resultados de búsqueda como consultor de marketing para este sector y mi empresa, tambien.