Blog Post

Historias de Marketing (III) Honestidad.

Jose Angel Pizzano Coloma • ene 17, 2020

Se dice que esta es la mejor política para andar por la vida y para dirigir nuestra actividad profesional.

Yo así lo creo y sé que en esto estás conmigo. Pero tanto tú como yo, con frecuencia hemos comprobado que tal principio no se aplica siempre.

He visto agencias de marketing que cobran cantidades estratosfericas por hacer webs básicas, campañas de publicidad on line mediocres, estudios de mercado pésimos y todo ello, escudándose en "humo".

Esa falta de honestidad solo lleva a dar una imagen poco profesional que hace dudar a los clientes si el precio que van a pagar compensa la calidad del servicio que van a recibir. Esto que ocurre en mi mercado, pasa exactamente en el tuyo.

Cuando se trata de mis clientes, para diferenciarme del resto de mis competidores, siempre trato de ser honesto sobre lo que puedo hacer por ellos y que tengo que cobrar.

El año pasado hablé con una asesoría que quería llevar a cabo un plan de marketing para un año. Estupendo pensé, pues este es el núcleo central de mi actividad, pero cuando fui recopilando información en sucesivas conversaciones me di cuenta de que este potencial cliente no iba a ser finalmente un cliente con el que iba a trabajar.

Me insistía una y otra vez sobre todas las cosas que quería hacer, pero sin centrarse en ninguna. Iba cambiando de idea día a día. Hablamos de todas sus ideas y le di múltiples tácticas a seguir. Todas le parecían bien, pero nunca logré que se identificara con una por encima de las otras.

¡Por mucho que me decepcionara tuve que decirle que ante tal indecisión yo no le podía ayudar!

También he hablado recientemente con una firma mediana de contabilidad que no tenía un plan de marketing ni un equipo dedicado a ello. Sólo contaban con un socio que se "encargaba" del marketing que me terminó reconociendo que de "esto" no sabia.

  • Me preguntó si me gustaba su web... y argumentando el por qué, le tuve que decir que no, pues básicamente su web no estaba funcionando por cuestiones puramente técnicas.
  • Me preguntó si contratando mis servicios podía ayudarle pero antes de responderle que si, yo ya sabía que mi interlocutor no tenía capacidad de decisión para contratar los servicios de mi empresa. El tenía que contar con su superior.

Ante esto tuve que decirle que para hacer algo, ambos teníamos que conocer cuales eran los objetivos a alcanzar y cuáles los recursos disponibles. "Ambos teníamos que jugar a lo mismo".

En esta reunión fui honesto como siempre.

Si este socio que supuestamente se encargaba del marketing, por encima de él tenía un socio director que no estaba interesado en hacer marketing, entonces él y yo estábamos perdiendo el tiempo.

Ser honesto puede ser difícil, pero es un rasgo por el que quiero ser conocido. Prefiero dedicar a alguien 15 minutos para darle ideas sin cobrar, que venderle una hora de asesoría para decir lo mismo de manera formal. A veces todos necesitamos un poco de ayuda.

Actuar siempre con honestidad, cumpliendo con lo que se le dice al cliente es muy importante para el crecimiento, la productividad y la competitividad del despacho.

Si estos asuntos te interesan te recomiendo leas también " Historias de Marketing (I) Persistencia.", " Historias de Marketing (II) Paciencia."

Share by: